-Mamá
-¿Qué?
-Te quiero
-Pero, por qué me lo dices llorando, y... ¿por qué me has despertado? son las dos de la mañana. Acuéstate, ¡venga!
-De acuerdo, pero espero que esta tarde, no se te olvide.
-No te preocupes, que no se me va a olvidar, sobretodo si no logro volver a dormirme esta noche.
Gírate, el pasillo es largo, y el recuerdo de la cara de mi madre es todavía sincero. Tengo sesenta años y ella ochenta... Tengo treinta años y ella cincuenta...Tengo quince años y ella treinta y cinco...Tengo ocho años y ella veintiocho. Acabo de nacer, y madre todavía en su seno se siente sólo una niña, una hija, una mujer.
Quiero a mi madre. A veces, la sorprendo con algún regalo. Otras veces, simplemente tengo ciertas atenciones que le hacen brillar el alma. Y en ocasiones, cuando estoy en la profundidad de mi soledad, me encuentro otra vez con su recuerdo en mi mirada.
He repetido a lo largo de mi vida, aún yo sin pretenderlo, sus gestos, sus palabras, sus pensamientos. Soy su mejor mimo, y os puedo asegurar, que el imitarla, es un hecho, el cuál, nunca he podido ensayar.
Todavía guarda mi cordón para atármelo en todos los días de mis cumpleaños. Todavía me llama preocupada, sino escucha mi respiración un fin de semana. Todavía guarda mi manta para arrullarme en la distancia cada mañana.
En la sombra dibujo tus palmas,
parecen palomas marcando las horas.
Me arrancan sonrisas, y bailan con el
sentimiento del primer beso.
Después juegan con las olas para
estrellarse en la cuerda de mis recuerdos.
A veces levanto muros, para que arañes
sus paredes. Otras, sin embargo, eres tú
quién los construye, para que no te pueda
ver. Con suerte, la mayoría de veces,
esos muros que construyes, son de papel,
para que mis palabras, los puedan deshacer.
Hay magia en tu ser, que hace que yo
pueda crecer. No sé cómo lo haces,
pero cada vez, que te busco, te encuentro,
aunque sea fuera de nuestro tiesto, y no
estemos rociadas de incienso.
Me limpiabas mis costras, me lavabas
las roñas de mis piernas y orejas, con alcohol y romero,
sino mal recuerdo, aún así, salías cada tarde a la plazoleta,
para al día siguiente, volverme a limpiar
y sanar con el mismo esmero.
para que mis palabras, los puedan deshacer.
Hay magia en tu ser, que hace que yo
pueda crecer. No sé cómo lo haces,
pero cada vez, que te busco, te encuentro,
aunque sea fuera de nuestro tiesto, y no
estemos rociadas de incienso.
Me limpiabas mis costras, me lavabas
las roñas de mis piernas y orejas, con alcohol y romero,
sino mal recuerdo, aún así, salías cada tarde a la plazoleta,
para al día siguiente, volverme a limpiar
y sanar con el mismo esmero.
Nuestras vidas son un conjunto de
carreras, un conjunto de bailes,
un conjunto de vuelos,
un conjunto de sueños. Muchas veces,
nos hemos peleado por el mismo hombre,
pero siempre has ganado tú, pues era contigo
con quien se acostaba cada noche.
Él te quiere cómo yo te quiero, el te ama cómo
yo te pretendo. Él te mira, cómo yo te observo.
Y mañana, los dos, te lo recordaremos.
Por fin, he recorrido ese pasillo, que siempre nos distancia. Ya he llegado a mi habitación, me he quedado absorta en mis pensamientos, jamás pensé que pudiera volar sobre él, y no saber lo que pudiera estar haciendo. Tantos años andando sobre él, y en realidad, ahora mismo, lo único que recuerdo, es un TE QUIERO, los demás recuerdos, buenos y malos, se han disipado por el tiempo, o tal vez, por el viento.
Esta tarde tengo que llevarla a una residencia...Esta tarde tengo que llevarla al hospital. Esta tarde tengo que dejarla sola con mis problemas... esta tarde le tengo que decir que mañana me voy de casa...esta tarde le tengo que decir que he roto la lámpara... esta tarde la tendré que desgarrar para poder nacer de entre sus entrañas... sinceramente esta tarde espero que valga para algo, el te quiero de esta mañana.
Mañana le daré un beso para recordarle qué no está sola... mañana le tengo que decir qué va a ser abuela... mañana le tengo que decir que he encontrado trabajo... mañana le tengo que decir que he aprobado... mañana le tengo que decir qué ya sé contar las horas...mañana, pase lo que pase, quiero pensar que la voy a poder querer igual.
Mi madre es mágica, porque aunque pasen los años, sus cachetes me siguen haciendo el mismo daño, y porque su risa no ha cambiado, cuando a mí todavía, eso, me causa enfado.☺😍😍☺
(A todas las madres, aún cuando no hayan parido, aún cuando no me hayan parido, aún cuando sean una ciudad, o simplemente una Tierra)
(Mi agradecimiento a Willian Forsythe)
(Mi agradecimiento a la Compañía Nacional de Danza)
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