El destino o la vida, palabra muy utilizada por la gente que más quiero, me ha llevado a que hoy, a pesar de las circunstancias, tenga tiempo para detenerme en leer una noticia, la disputa que tiene Apple y el FBI para que pueda acceder éste al sistema de seguridad del iPhone de Farook. El fondo último de este debate es sumamente importante para todos nosotros, pues no dejo de pensar que estos aparatejos son la primitiva idea del vulgar chip cutre implantado en nuestras cabezas de las típicas películas futuristas.
Pero este no ha sido el único pensamiento venido a mi cabeza, inmediatamente no he podido dejar de relacionar esta noticia con otra noticia de hace unos días, la cual nos informaba que la compañía Ringing Bells ha presentado un nuevo smartphone Freedon 251 por 3,3 euros.
Todos imaginamos y bromeamos con la idea de que somos controlados por unos poderes fácticos a través de las tecnologías. Y que muchas de las nuevas normativas que van surgiendo teniendo como base este punto de vista, es precisamente por ciertos acontecimientos acaecidos en forma de atentados o situaciones incómodas para la ciudadanía.
Si estos pensamientos fueran como barco que representa un ideal de nuevos estigmas, lo llamaría Titanic, pues las formas y el fondo se están confundiendo, dando lugar un reverso, que no derecho, a la inteligencia de los ciudadanos, que tarde o temprano se revelarán, más bien tarde ,quiero puntualizar, como siempre hemos hecho ante cualquier tipo de control exageradamente injustificado, pero inevitablemente surgirá.
Las paranoias de los países por figurar donde está el pastel, está haciendo que lo absurdo cobre realidad. Aún reconociendo dos factores que efectivamente ponen en relieve que se debe y es beneficiable para todos, un cierto control para que el mundo no se vaya al carajo (cómo diría Pérez Reverte).
El primero factor a mencionar es la próxima y cercana crisis energética que está apunto de emerger, hace que sea lógico que el poder encuentre un arma de valiosa cualidad en la información más nimia, teniendo como consecuencia la obsolescencia programada para el concepto de la más "íntima intimidad".
El segundo factor es su vertiente más positiva para buscar el cambio tan ansiado por la cultura, y es que estoy segura, que se está utilizando toda esta información que ofrecen las nuevas tecnologías, para un nuevo modelo de educación y conducta, cómo laboratorio intelectual en busca de su praxis. Y tal vez, si Umberto Eco hubiera leído estas dos noticias, hubiera encontrado la explicación de que tanto idiota tomara o tomáramos (por mi humildad de intentar saber) partido en las redes, cómo libro encontrado en la trama del "Nombre de la Rosa".
Me encantaría indagar más, sobre estos aspectos, pero no puedo por la calidad de mi tiempo, y en verdad, son ellos, los grandes profesionales de la información a los que tanto admiro, los expertos que deben de valorar si entrar a estudiar la viabilidad de relacionar estas dos noticias, o no. Yo por mi parte pienso que si son noticias para tener en cuenta, o por lo menos, mirarlas durante un tiempo aunque sea de soslayo.
Por favor, perdonar mi intromisión.
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