domingo, 23 de abril de 2017

En la Vía Verde de tu Camino


Ayer pisé una flor de color violeta,
que acabó sobre mi bicicleta. Antes
vivía en un árbol, de frondosas hojas
y de tronco mediano. Sus lánguidas ramas,
parecían lágrimas caídas del cielo, para
tocar el reflejo infierno. Sin embargo, su altitud,
impedía ese baño de laurel, belleza de tu pensamiento.

Ayer pisé, una flor de color violeta,
¿no te da pena, la necrófila pisada mía? Era fresca cómo
cualquier otra flor en primavera, de angélicos timbres
y escoriosos estambres, con rubicundas aguas savias,
que bañan un estigma impenetrable. Sin embargo tu
indiferencia, es causa de mi lamento, pues ¿puede, tal vez,
una flor cambiar su color, para ser sed de tu pensamiento?

La Vía Verde 


Un Céfiro vencido por el sufrimiento, hizo que otra vez,
volviera al suelo, convirtiéndola en la volátil maleza libre de
nuestra propia naturaleza, en forma de palisandros jacintos, para abrazar
a su Apolo ciego. Y te repito, ayer pisé una flor de color violeta ¿puede, tal vez,
qué el esfuerzo de un viento, sea más condescendiente, que el raso de tu vago
pensamiento? Piensa que la flor, pudo pasar a llamarse Azucena o mecenas,
para alumbrar el camino de tu esperado destino, lavanda de penas.




No hay comentarios:

Publicar un comentario