martes, 31 de mayo de 2016

Volver a comenzar

Volver a empezar


Naces, y sabes que tu límite diario es respirar.
Creces, y sabes que tu límite diario es caminar.
Te desarrollas, y sabes que tu limite diario es volar.
Mueres, y sabes que tu límite diario es comenzar.


Camino incierto, donde nace el encuentro,
entre el agua y los recuerdos.
Camino de esperanza donde nace la vida,
entre la riqueza y la maestranza.


Vuela el aire para demostrar que no cabe
rey y bufón en la corte, que no sirva de guillotina
para matar tu rutina.

Sostén mi mano, haz caminar a mis pies, 
recuérdame respirar, hazme soñar...
Pero sobretodo, ayúdame a conseguir la paz.
Sólo así se puede amar.



Nacen dos esponjas, una verde y otra amarilla.
La verde se moja, se hincha, pero la presión la desinfla.
La amarilla se moja, deja pasar el agua. Su estado
no cambia. Se suaviza. Y con la presión calma sus heridas.

No cambia tu estado, si es el agua lo que te está matando.
Cambia tu esencia, si es el agua lo que te hace sentir 
la esperada beneficencia.

Si me matas que sea con una sonrisa,
porque esa sonrisa hará que mis raíces 
vuelvan a brotar.
Si me matas que sea con una gran complacencia,
porque eso hará que mi nueva vida,
valga la pena.



domingo, 22 de mayo de 2016

INTRODUCCÓN A DIA-RIO 1

INTRODUCCIÓN A DIA-RIO



EL HALL


Cómo si de un lánguido piso de escasos metros se tratara, representativo de una etapa de decadencia del siglo XX, nos recibe inicialmente Concha Jerez en su exposición, su casa, donde la realidad se ve a través del filtro de la creación.

Nada más abrirse las puertas de la Sala Verónicas, el siglo XX nos invita a pasar a su entrada, reflejo del contexto social de sus primeras décadas. Ésta se compone de una repisa de cristal. Encima de esta repisa hay tres marcos y un arlequín. El marco del centro encierra la imagen de dos hermanas con aspecto  jovial, vestidas con la indumentaria establecida en aquel momento, para poder asistir a la celebración de una misa. El marco situado a la derecha, nos muestra la fotografía de un colegial de unos nueve años, con un libro en la mano, donde su apoyo es una mesita situada a su derecha. Encima de esta mesita se observa una gorra de militar. 

El marco que está situado más a la izquierda está vacío, esperando sigiloso, en la sombra de la ausencia, a ser completado, para poder terminar de representar una familia. Esta ausencia te invita a entrar dentro de ese marco, que, aunque cerrado por cuatro lados, representando así, el aspecto más humano de una existencia, te hacen sentir partícipe de una familia de acontecimientos de todo un siglo.

El arlequín nos muestra una figura hidálguica, triste, blanca con matices negros. . En su tristeza afloran dos estrellas doradas, que se cultivan fervientemente en sus mejillas. Ocultarse al mundo a través de una máscara de pintura, para dejar de ser humano, y aliviar así el dolor, que nos producen las consecuencias de nuestros impulsos más primitivos, reflejo de un fácil hedonismo, obviando la realidad con banalidades, es la partida de toda transformación. Al ser una figura, su dosis en la acepción cruel de la realidad es mayor. Pudiera ser, en un margen de interpretación abierta, que si culminara el arlequín en humano a través de un proceso de transformación, quedara completa esta composición familiar.

Este hall de mediados de siglo, es la conjunción de una serie de conceptoseducación, rigidez y disciplina, representada por la figura masculina. Religión y distensión, que deja entrever una cierta ausencia de responsabilidad y poder, representada por las dos figuras femeninas. Familia y valores, representada por el retrato vacío. Y proceso de humanización, reflejado por la figura del arlequín. Todos estos conceptos se sostienen gracias a la realidad social de un momento, representada por el cristal de la repisa.






LA HABITACIÓN


Los años ochenta son introducidos por Concha por medio de un cuadro, donde se muestra una habitación. La habitación representa los conceptos de orden, cambio, transición, sistematización, normalización, proceso de apertura, libertad, esperanza, proceso de modernización, humildad, realidad y rota utopía.

Esta habitación de finales de los setenta y principios de los ochenta, nos muestra el proceso de la transición española. En la habitación aparecen unas cajas abiertas de ropa de mujer dispuesta para ser sacada. Las cajas contienen unos agujeros en su lateral, semejando una cara sonriente. Al lado de estas cajas, un soporte, que hace de mesa, cubierto por un telar amarillo, donde se dispone la ropa. La ropa mantiene un cierto orden, dentro de un desorden. A la izquierda de las cajas, aparece colgado de una percha un traje de chaqueta gris a cuadros, cómo si de un uniforme se tratase, y a su derecha un jersey rojo. La chaqueta verde representa la esperanza a un proceso de cambio, a un sistema mejor.

Encima de las cajas, aparece una ventana cerrada de cristal. El cristal es parcialmente opaco. Deja pasar la luz, pero no deja ver con nitidez el exterior. En la parte de afuera de la ventana una planta verde, y una enredadera subiendo por el marco central de la ventana. Aparece la palabra "broquen" pegada en la parte interior de la hoja izquierda de la ventana. En la parte exterior de la hoja derecha de la ventana, aparece pegada la palabra utopía. Esta palabra aunque legible, se muestra algo distorsionada. Si se leen las palabras desde el exterior, la perspectiva cambia. En la izquierda se situaría la palabra utopía, y en la derecha "broquen".

La humildad con la que se dispone la habitación, representa la realidad del contexto socio-económico de aquella época, es decir, nos muestra los comienzos de un país en vía de desarrollo y crecimiento. El exterior refleja la utopía de toda salvación: la libertad, la apertura, los derechos, el desarrollo, el avance. El cambio se ve representado por la chaqueta gris, el jersey rojo y por el color amarillo. Se pasa de un estado rígido a un estado más moderno y flexible. La ropa, toda ella femenina, representa una nueva ideología. Esta nueva ideología ocultada y cerrada inicialmente, es introducida, por una serie de organizaciones, con cierta premura a un nuevo contexto social, produciéndose cierto desorden en su disposición. 

La realidad se representa a través del cristal de la ventana. La ventana al estar cerrada separa dos contextos. El interior y el exterior. Su opacidad no deja ver con claridad el exterior, dejando entrar la luz, y dejando ver un rasgo de vida y progreso. La utopía de encontrar un mundo mejor, separado por el límite de la prohibición, hace que se distorsione la percepción del exterior.

Se puede llevar esta reflexión a cualquier contexto, como por ejemplo, el de la liberación de la mujer a través del proceso de la transición española.

Al cuadro de la habitación le siguen tres retratos colgados en la pared vacíos, esperando ser rellenados, por una nueva cultura entrante,  así como por los nuevos modelos de una estructura social.
La decoración guarda una humildad exquisita: Una muñeca elaborada con calcetines, un florero rellenado con papel... nos invita a pensar en la inexistencia del modelo de sociedad consumista en aquella época.

Junto a estos retratos aparece otro, en el que se refleja un paisaje montañoso. No es de extrañar, que aparezca una montaña como símbolo de elevación, fuerza y poder, así como de división, de separación de territorios, pues guarda una relación estrecha y directa con los ríos. Y cómo veremos más adelante, Concha refleja la realidad de la humanidad a través de este elemento. 

El río es nuestra vida, es nuestro tiempo, es nuestra agua, es nuestro cambio. Somos nosotros en movimiento. Piezas de un gran elemento. El río no implica pureza, es una composición de mezclas: roca, arena, vegetación, vida. Al romper la dureza de un sistema, la aureola de ideas hacen de arena, para que crezcan nuevos brotes verdes que hagan de inerte vida.


Me van a permitir que termine esta introducción con un anuncio, donde lo tópico es utópico.

(b-6, Sartre)













miércoles, 18 de mayo de 2016

No cortar el vuelo

Cuna de avispas y abejas en una misma colmena.
Salta si quieres protegerlas. Si no, convierte su veneno
en tu lengua. Y muere en el sabio desprendimiento de tu
piel contaminada, para no manchar la purificada sangre
que cura tu alma.

Sangre que brota de mis pensamientos hasta tus venas,
cómo salto de ángel a la mar seca, para sanar tus heridas
con las pungidas vendas de la verdad.

Pero, nunca cortes el vuelo de cada ser que quiere conocerlo,
porque tal vez, eso sea, lo que yo te prometa, cuando te vea
meciendo la cuna de tus sueños, cómo barcos que se amarran
a un puerto.



(Si la Tierra se dividiera en dos, yo la juntaría con mis manos,
para que no se rompiera. Y juntas las dos mitades mimaría
hasta el fin de mis días)

domingo, 15 de mayo de 2016

La luz

Un creador de historias



El ojo que todo lo ve, hizo pasar un rayo de luz en la más remota antigüedad. En el año 710 antes de Cristo, "La Trinidad" ya existía, muy a nuestro pesar, porque hizo de este mundo un gran enigma para descifrar. No creo en las casualidades. No creo tampoco en la Divina Providencia. En lo que creo son en una serie de enigmas que son difíciles de calcular.

La importancia del año 2018 tendremos que ir descubriéndola poco a poco, o tal vez, se descubra como soplo de aire fresco, que contamina la idiosincrasia humana ¿Dios existe o no? ¿Por qué se eligieron los Reyes inicialmente? Todo está relacionado, no es casualidad. La Guerra de Secesión, La Guerra del Caucaso, la guerra del motor, la guerra de la naturaleza humana. La guerra de una división dónde todo está unido ¿qué sentido tiene? cuando necesito dividirme para poder estar unido. Y en la división está la creación. Y en la creación la unión.

No quiero corregir este texto. Que fluya, lo que tenga que fluir. Sol y luna. Qué nuestro Rey decida dónde ya no hay decisión, sino estratégica conformación. La posición en el tablero es fundamental, a la Reina se la debe liberar, para que el Rey su trabajo pueda acabar. No es casualidad que los siglos hayan escogido nuestros genes para afrontar después una serie de decisiones para el mundo cambiar. Y repito, que advertido quedas que no es casualidad desempeñar una labor u ocupar un lugar, pues el virus del ADN interno, que todavía está por interpretar, te lo ha hecho desempeñar.







Dónde nos dirigimos, no lo sé, pregúntaselo a nuestro código genético. Tal vez, las pirámides de Egipto fueron un primitivo proyecto para controlar este código. Tal vez la expresión "he visto la luz", que de manera tan jocosa y despectiva utilizamos, viene precisamente del esfuerzo de toda una civilización por iluminar a otras civilizaciones, o por lo menos, mantener dicha iluminación, cómo un nexo de unión de civilizaciones, cómo faro que nos guía a tierra, para que no se nos olvide que existe ésta.

Si hay personas con derecho, e incluso respetadas. que relacionan las pirámides de Egipto con culturas alienígenas, me van a permitir, que en este juego mío de crear historias y relacionarlas, asemeje la figura, de estas mismas  pirámides de Egipcio, a un prisma de laboratorio newtoniano, cuya misión principal fue la incardinación de la luz en nuestra esencia, y posiblemente sus faraones eran los portadores. Y es ahí, dónde mi mente me lleva a relacionar, por las palabras antes mencionadas, la unión con portal.

Y en mi locura de imaginar y crear, relaciono todo esto con la cultura Árabe, reconociendo mi analfabetización en ella. Imagino la Alhambra, cómo otra pirámide, pero esta vez creada por los árabes. Dónde su arte más primitivo, representa una luz inicial inacabada. Una onda, que aborda de una manera sistemática, una explicación  en la conjunción de todos los elementos universales. Y es a través de ese baile de ondas, donde aparece la naturaleza humana, encerrada por ciclos de cuatro lados, cómo contenedores de aislamiento de sus errores, en el intento de conseguir una perfección que no se logra encontrar.







Tuvo que ser fácil para Newton relacionar todo esto, o por lo menos yo quiero entenderlo así, para poder seguir escribiendo una historia inacabada que empecé hace unos meses. Cómo alquimista que era, se encerraba en su laboratorio para conocer los secretos más inconfesables, de ahí que necesitara del latín, el arrianismo y el griego, e hiciera de la Biblia su mayor estudio, que le llevo a descubrir la cultura faraónica. Y en esa locura que envuelve a los creadores, no tuvo más remedio, cómo ratón de laboratorio al servicio de una humanidad oculta, que buscar otra vez  el prisma de ésta, su piedra filosofal



Tal vez Newton, se olvidara, de un tercer elemento desde el punto de vista científico, que formaría una composición trinitaria, la todavía inexplicable información genética: "el ojo que todo lo ve" ¿No es curioso que pusiera en duda La Trinidad, y sin embargo, uno de sus mayores logros, venga de una figura, que se forma por la conjunción continua de tres lados?



Todos, al pensar, en la luz, nos la imaginamos blanca, por eso algunas veces me pregunto por qué el petróleo es negro. Y en el intento de dar una explicación, pienso que representa una etapa del ser humano, la oscura, la negra, la de la equivocación. Y que surgirán nuevas pirámides energéticas, que nos ayudarán, a entender el prisma de una humanidad incierta en su naturaleza, potenciando la luz de ésta.



sábado, 7 de mayo de 2016

La fábula del tío político

Érase una vez...


Un niño que iba caminando, y sin darse cuenta rompió un caracol de porcelana, que estaba sujetando la puerta de una anciana. El niño triste fue corriendo a su casa y asustado le dijo a su madre: 

-"Madre, creo que he hecho mal, sin darme cuenta he roto una de las figuras de aquella casa, esa que tanto le gusta a la anciana." 

La madre respondió de manera jocosa:

-"Niño no pasa nada, tu tío es político."



No tardó el niño, en asimilar dicha frase. Hasta el punto, que una vez, en plena misa, al escuchar el niño al cura preguntar a sus feligreses, que quién era el único ser, que a través de la bondad, era capaz de absolver todos los pecados, él niño se levantó de su asiento con un gran aspaviento, gritando: 

-"Esa me la sé, esa me la sé...mi tío."

Todos los feligreses se le quedaron mirando, y él enojado respondió:

-"¡Qué pasa! es político. Él perdona todos mis pecados. Mama díselo tú, mama ¡qué se están riendo!"

La madre se giró, y mirando a su hijo, le contestó con ciertos sudores fríos que le iban recorrían todo el cuerpo, semejando una cierta vergüenza, que hacían de su cuello un tubo de ensayo para el esperpento:

-"Niño, es Dios."

El niño extrañado exclamó:

- "Entonces mi tío, también es Dios."

--"No, no es así, no mientas" Le replicó la madre.

Otro niño que estaba al lado, le contestó también a la madre enfadado, alzando la voz:

- "Pero mi madre siempre dice, que los niños y no sé quién más dicen la verdad..."

Se abrió un gran debate, y el cura se enfadó, y con razón, pues se formó tal follón que la Iglesia parecía haberse roto en dos. Por suerte el cura fue hábil y lo solucionó:

-"Niño, Dios creó al hombre a su imagen y semejanza, ¡claro, qué tu tío es capaz de perdonar todos tus pecados!"

Pasado un tiempo, el niño se fue de veraneo a un lugar precioso de la costa. Delante de su casa, vio una rosa que colgaba de la ventana donde estaba asomada una muchacha, el niño dudando entre la hermosura de la rosa y de la muchacha, le gritó enamorado a ésta:

-"¡Niña, regálame la rosa que cuelga de tu ventana!"

La niña le respondió:

-"No puedo es para mi primo."

El niño al ver la alegría de la niña, cogió tal rabieta que de un salto arrancó la flor sin mediar razón. La muchacha se puso a llorar. Todos salieron a la calle. La madre del niño lo apartó del gentío y lo ocultó. Después del alboroto, cuando todos se fueron, le dijo la madre al oído:

-"Niño no pasa nada, tu tío es político."

Ante la duda de que el niño fuera rechazado ese verano por las gentes del pueblo, la madre no tardó en divulgar sus parentescos más destacados por aquel lugar. Por lo que enseguida el niño fue querido y respetado por todos.

Tuvieron que pasar seis años para que el niño se fuera a estudiar a Alemania. Tras unos cuatro años estudiando, llegó el momento del temido examen final. Demasiada presión para tan corta edad. El niño no pudo soportarlo y ante su inseguridad de no saber si iba a superar tan dura prueba, decidió copiar. 

No le fue difícil elegir un método de tan deshonrosa legalidad:  una estampa de su madre pegada en el pupitre, donde la imagen estaba formada por una serie de códigos, prácticamente imperceptibles a primera vista, sólo se podían ver a través de unas lentes especiales, que desde luego, sólo él llevaba.

No se sintió mal, y no le hizo falta, esta vez, llamar a su madre, cuando en la fiesta de graduación, hicieron una especial mención, a su loable mérito de superar el reto del temido examen final, puesto que en la entrega de diplomas, él instintivamente creyó escuchar la liberadora frase: "niño no pasa nada, tu tío es político." Incluso un profesor lo puso de ejemplo, alabándolo por llevar la imagen de su madre en todos los exámenes que había realizado.

A partir de ahí, el niño fue haciendo cada vez más diabluras, hasta que un día, al salir de su puerta, sin darse cuenta, lanzó una piedra, simplemente para comprobar su resistencia, con tal mala suerte, que le dio en la cabeza a un señor mayor que estaba cruzando la calle. 

El hombre cayó sin vida al suelo. Enseguida, se formó un corrillo alrededor del cadáver. La madre al escuchar alboroto salió corriendo, apartó a la gente, vio al señor tumbado en un gran charco de sangre, y a su hijo sujetándole la mano. El niño estaba asustado, pero al mirar a la madre su gesto cambió, sintiéndose protegido. 

La madre se acercó más a él, y cogió la otra mano de aquel señor. Miró a su hijo con lágrimas en los ojos. El hombre llevaba una carta en la mano. Los dos se dispusieron a leerla:

"Estimada Luisa,

He venido aquí personalmente para comunicarle, que durante los últimos años, he tenido que soportar unas cien visitas, por lo menos, que decían venir de parte suya. Unos para pedirme favores, otros para exigirme una serie de derechos, otros me amenazaban por los actos de su hijo. Uno incluso tarareaba una canción: "tres son tres, pero si los alcanza el siete, se convierten en diez".  

Después de hacer varias averiguaciones, dimos con usted, qué resultó ser la hija de la prima lejana de uno de mis tíos políticos.

Dada la importancia de los hechos, le ruego que deje en paz mi nombre. 

Atentamente,

Alfredo



El niño sonrió y lanzó una mirada de complicidad a su madre, pues él bien creía  lo que ella le iba a decir. Pero al sonar las primeras palabras, su sonrisa se tornó en una cárcel de movimientos, que se acentuaban, conforme escuchaban sus oídos las palabras que su madre le iba susurrando. 

Él niño con estupor, intentaba con la mirada perdida en los ojos de su madre, recuperar cada palabra que se desviaba de la senda natural de la liberación de culpabilidad, que le proporcionaba aquella frase inicial, que tanto le repitió su madre. Hasta que al final sus oídos se rindieron a la evidencia, cuando de su madre sonó un lamento que le iba diciendo:

-"Prepárate, porque tu tío ha muerto."










domingo, 1 de mayo de 2016

Para mi madre


La realidad es que alzaste mi vuelo,
cuando ya no creía volver a tenerlo.
Te llamé y me cogiste el teléfono.
Eso salvo mi vida, desde entonces
madre, sé que te quiero.

Feliz día del trabajador

Picó en la mina,
trabajó recogiendo alfalfa.
Se murió en cada esfuerzo que hacía,
para mantener a su familia.

Aún muerto siguió trabajando,
sin interesarle prácticamente
lo que estaba cobrando, puesto
que no le iba a servir para recuperar
todos los años, que ya habían pasado.



Trabajó, sí trabajó y nadie se lo agradeció,
hasta que un día, una paloma venida de un salario
pactado, le dijo al oído: te han jubilado, porque
los años ya te han alcanzado.



Ahora son sus hijos los que trabajan,
y él los mira, y les alza la más orgullosa
de las sonrisas, mientras anda con la cabeza agachada,
camino a su cama, llorando y rezándole al alba,
 qué por favor, qué el trabajo de sus hijos
sirva, por lo menos, para encontrar en este mundo
algo más de calma.

(Para todos los obreros)

Feliz día de la madre 2016

Cayó una célula de mi piel,
como mora que se come la hiel.
Y a los nueve meses naciste tú.

Mi alma cambió, para ser otra.
Tu mama, tu madre para el resto
de nuestra historia.

Me sentirás para el resto de tu vida
como sombra que te acobija, tu madre,
tu estrella, tu guía de cada día.

Mi corazón se divide, cada mañana
que nos separa, como embrión que
se forma para volver a tener un cordón
pegado a tu alma, aunque nos separe la distancia.






Todos los días vuelves a nacer de mi vientre,
cuando veo que me escuchas, cuándo veo que
te relajan mis caricias. Cuándo sientes mi amor
de madre cómo cosquillas, y veo salir de tu boca esa
efímera sonrisa.

Perdóname mi vida, si algún día no
tengo fuerzas para sentir tu brisa. tu risa.
Perdóname si algún día se me olvida,
hacerte sentir querida/o, porque ese día sabré,
que ya he dejado de estar viva.

Y recuerda que mi mortaja sea tu último
abrazo. Y que el lugar de mi entierro sea
el más querido de tus recuerdos.

Te quiero hijo, Te quiero hija.


(En especial para la Mama de Rocío, Sara e Irene)