martes, 17 de noviembre de 2015

He muerto, para matarte a ti

La música invade mi cuerpo,
y se funde con el fuego que está adentro.

Los gritos se convierten en melodías,
de empujones, insultos, espanto y atropellos.

París 14-11-2015
Sonidos dispersos, miradas confusas,
cuerpos en el suelo deshechos.
Rojo y negro, tiñe mi lamento,
mi cuero de pensamientos.

Sangre brotando de los manantiales,
de los sin consuelo.

Muertes que salen a escena sin ensayar.
Últimos besos que se dan, para dejar
descansar una boca, que ya no cantará jamás.

¡He muerto! !me mataron!
¿Oyen los que no están aquí adentro?
¡Qué vivan mis verdugos!
si todavía queda aliento, en este concierto.

¡Me convertiré en llama de una vela!
oscurecida por el fuego que queda,
para alimentar el liberto, que nos llega.

¡He muerto! todos al suelo,
qué mi vida ya no va entender más,
de religiones, hampas y demás envueltos,

¡He muerto! todos que miren al cielo,
pues, he muerto para matarte a ti,
si lo justificas con tu credo.






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