hace que el péndulo de lo escrito
se vuelva seco y extraño, ante la
mirada de unos ojos, que no terminan
de cerrar sus pequeñas aureolas,
por ser ahí, dónde empiezan a romper nuestras olas.
Todos necesitamos del fámulo,
para guiar nuestras vidas.
Porque sin él no conoceríamos
el aciago lugar que el azar
nos ha proporcionado,
pues es nuestro deber,
el saber transformarlo.
Si no existiera el fámulo,
el sediento pediría de comer,
el hambriento de beber,
La madre querría ser padre,
y el padre pediría dar leche
antes de acostarse.
The Nightmare |
El fámulo irremediablemente,
se convierte en nuestra brújula,
de aciertos y enclaves, para seguir
en la burbuja, de quien flota,
por existir la extensa marea, de una mar
que brilla, por saber curarse sus heridas
con la sal, que el destino le proporciona.
Por tanto, es mejor sucumbir a los encantos
de la historia, para comprender
que el cielo va seguir siendo cielo,
porque un día, alguien escribió, que no existe
la gloria, si tus ojos se cierran a la memoria.
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